lunes, julio 24, 2017

Tiempos distintos, aviones con hélice


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Quién viaja en la actualidad, puede observar de cuerpo presente las mejores opciones de traslado para miles y miles de personas, lo que significa aviones y aeropuertos repletos y movimiento multidudinario en centros turísticos de latitudes muy diversas.

Recuerdo otras épocas en que alguien que volara desde Chile a cualquier lugar, pero sobre todo a algún país europeo, era mirado como un astronauta rumbo a Marte. En el muy lejano 1958 partí de Santiago a Frankfurt desde el ya desaparecido Aeropuerto Internacional de Los Cerrillos, pequeño para nuestros días

Quienes hacen hoy el mismo trayecto aéreo, no se pueden imaginar aquello. Aviones con hélice y escalas múltiples por la falta de autonomía de vuelo. La alimentación a bordo no pasaba de té o café, pero los pasajeros recibíamos vales para almorzar, cenar o servirnos algún "tentempié" , dependiendo del horario de la escala correspondiente.

Vean la cantidad de bajadas:
Buenos Aires, Montevideo, Sao Paulo, Río  de Janeiro, Recife, Dakar, Zurich y Frankfurt.
Total de horas de vuelo, TREINTA Y SEIS.

Lo irrepetible hoy es la amistad que se generaba entre los pasajeros, tras almorzar todos en el aeropuerto de la capital uruguaya, juntarnos a la hora del té en Sao Paulo, cenar en Río y desayunar en Zurich en grandes mesas colectivas en cada caso.

Actualmente todo es ciertamente más rápido y dinámico, pero el recuerdo de aquellos viejos tiempos, tranquilos, muy amigables y con gran sentido humano, se añoran con nostalgia.

jueves, julio 06, 2017

Interrupción

Amigos:

Este blog  interrumpe su actividad, con la intención de reanudarla cerca de fin de mes. 
Lamento igualmente no poder observarlas ni comentar durante este tiempo, en las apreciadas páginas de ustedes.

¡Hasta entonces!

Mano, Las Manos, Apretón De Manos

domingo, julio 02, 2017

Un dulce bocado para Alemania en la final

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San Petersburgo, histórica ciudad rusa, escenario de la final de Confederaciones

Marcelo Díaz es un baluarte del mediocampo chileno, pero en la noche de San Petersburgo cometió un enorme error. Chile en esos primeros minutos había jugado en forma magistral, fue dueño absoluto del campo, con múltiples llegadas al arco de Ter Stegen, una de las cuales resultó desperdiciada por Alexis Sánchez de forma increíble. Y ahí vino el mazazo.

El equipo alemán se encontró de regalo un bombón. Díaz, en soledad cerca de su arco, dominaba tranquilamente la pelota, sin percatarse que como tigre al acecho se le acercaba vertiginosamente Werner. El teutón le arrebató el balón y en el acto quedó libre de marca frente a nuestro arquero Bravo. Con gran desprendimiento, en lugar de llevarse él mismo todos los honores de la conquista, impulsó la pelota hacia su derecha donde entraba Stindel. 

Ahí comenzó la crónica de un gol anunciado.No había escapatoria para la selección nacional. Claudio Bravo estaba ya fuera de toda posibilidad ante la maniobra de Werner, de modo que Stindel con  tranquilidad aprovechó el regalo recibido y suavemente alojó la pelota en la red.

Como muchas veces sucede, un gol marca el destino de los partidos apretados. El tanto de Stindel fue el único, el definitorio. Desde aquel fatídico minuto veinte hasta el fin del primer tiempo y principalmente en toda la segunda etapa, el equipo de Pizzi fue recobrando la memoria y terminó haciendo que la selección alemana se conformara con defender a ultranza, aunque contragolpeando de modo espectacular y acercándose varias veces al 2-0.

A poco de comenzar el segundo tiempo, Juan Antonio Pizzi había optado por remplazar a Marcelo Díaz, porque el actual jugador del Celta de Vigo parecía haberse derrumbado anímicamente y cometía errores impropios de su categoría.Valencia asumió su papel y a medida que pasaban los minutos el técnico de Chile pareció desesperarse, porque el encuentro avanzaba y el empate no llegaba. Sin embargo las incorporaciones de Sagal y Puch, aparte de la del propio Valencia, no cambiaron mayormente el curso del cotejo, e incluso Sagal se encontró con una pelota en las barbas del portero alemán y la tiró a las nubes.

Chile ganó lejos en las estadísticas. Tuvo mayor posesión de la pelota y más tiros al arco, pero el único gol lo logró Alemania, a la larga meritorio vencedor de la Copa de las Confederaciones.
El caudal de futbolistas de primer nivel del actual campeón mundial, es impresionante. La llamada selección A está en receso; La que actuó en Rusia, llamada selección de alternativa o B, ganó este título y, además, la Sub 21 acaba de doblegar a España en la final de su categoría a nivel europeo.

Esta derrota no minimiza la actuación de Chile en esta competencia. Fue creciendo y terminó a gran nivel. Claudio Bravo fue catalogado por la FIFA como el mejor arquero del torneo y el equipo en general cumplió plenamente con las expectativas.

Cabe un llamado de atención al exceso de revoluciones de algunos de estos deportistas. Hoy Gonzalo Jara, quién ya había recibido en el pasado partido ante Portugal una tarjeta amarilla ante una acción violenta en que ni siquiera había peligro de gol, hoy agredió a Timo Werner con un certero codazo no observado por el juez serbio Milorad Mazic y que merecía la expulsión. Ante las protestas de los alemanes, el árbitro decidió recurrir al controvertido VAR, que es el sistema de observación de imágenes por parte de un equipo de jueces "electrónicos". No obstante la demora en los contactos entre Mazic y sus colaboradores, al final todo se saldó con otra pálida tarjeta amarilla.

El VAR sí que fracasó en su participación en este campeonato. Hubo errores enormes principalmente por omisión. Tras comprobarse que en el encuentro de Portugal contra Chile una clara infracción penal en perjuicio de nuestro mediocampista Silva no fue indicada por el juez iraní, se le consultó a la FIFA el por qué del doble standard y la respuesta dada por Massimo Busaca, jefe de árbitros del organismo que rige el fútbol mundial fue digna de una comedia del absurdo. Dijo que no se había corregido el no cobro de la pena máxima, debido a que los jugadores de Chile no reclamaron. Primero esa es una falsedad, porque en la televisión se nota claramente que al menos dos de los futbolistas nacionales lo hicieron.

Luego habría que preguntarse conforme a la peregrina teoría de Bussaca, cuantos jugadores deben reclamar para que el VAR determine y, además, cómo se concilia esa "obligación" de reclamar, con el llamado de la misma FIFA a aligerar el juego sin reclamos de sus protagonistas. Como añadidura cabe recordar que Portugal ganó hoy en Moscú por 2-1 a México en la lucha por el tercer puesto y que tampoco el árbitro quiso asesorarse por el VAR, tras un claro penal a favor de los mexicanos, que quedó sin sanción.