jueves, enero 08, 2015

¡Hasta pronto!

Amigos, esta página cesa hasta febrero y como decía un antiguo periodista "si Dios no dispone otra cosa". 
Espero verlos a todos por esos días.
Afectuosos saludos.

jueves, enero 01, 2015

¿Cuál es el verdadero Miami?


No me refiero a las atracciones adicionales sobre las que siempre se habla, como su famoso Acuario, la Jungle Island,  el Zoológico, el Museo de Ciencias, el Jardín Botánico o el Museo de Arte, algunas de las cuales mi hija dentista alcanzó a conocer en sus últimas horas en Miami, adonde viajó por un Congreso de Odontólogos.
Personalmente nunca he estado en la afamada ciudad norteamericana, pero hasta la fecha siempre había sabido que es admirable, encantadora para vivir o para ir de vacaciones y de playas paradisíacas.
Sin embargo, en sus contactos vía  skype y a su regreso, Paulina nos revelaba (a mi esposa y a mí) su decepción con el entorno, independiente a lo vinculado con la interesante y útil reunión profesional a la que asistió, junto a colegas de toda América.

Señala, acostumbrada al tránsito incesante y muchas veces  caótico de Santiago, que allá es peor, que la congestión vehicular es total, con la consiguiente demora, pese a que no son ni siquiera 500 mil habitantes, que las famosas playas de Miami Beach constituyen un desencanto, llenas de algas y de medusas, aparte de sus aguas frías. En el hotel todo tiene tarifa, dice. Solamente abrir el frigobar en su habitación vale en dólares, antes de ni siquiera tener la opción de sacar algún refresco o agua mineral, que la bata de levantarse colocada a la vista aparentemente como gentileza, solamente es utilizable mediante el cargo de otra tarifa adicional, que en los restaurantes adonde concurrió con colegas no hay que confundirse, puesto que al precio del menú habrá que agregar el 18% (sí, 18%) por el servicio del garzón, aunque probablemente no obligatorio, absolutamente necesario por costumbre, amén de un 13% de impuesto. Que si a un taxista se le paga en cifras redondas, el hombre del volante pregunta ¿cuánto le doy de vuelto?

En las tiendas, al valor indicado de cualquier artículo o prenda, hay que considerar además el costo de la atención que se carga en la cuenta final, más el impuesto. En Chile estamos acostumbrados a que todos esos valores extra ya están enmarcados dentro del precio mismo del producto expuesto, tanto en locales grandes o chicos. Aparte que el trabajo de las o los atendedores lo paga íntegramente el dueño, salvo en restaurantes o al poner gasolina en que se estila la propina.

Dejo el tema abierto a la consideración de mis estimados lectores, alguno de los cuales pudo haber estado alguna vez en la famosa urbe del estado de La Florida o a la voz autorizada de quienes allá viven, como el distinguido bloguero colombiano Ricardo Tribin, generalmente visitante de esta página.

Una última consideración: 
Varios cubanos de los miles que habitan allí, le comentaron a Paulina y lo pudo comprobar In Situ que la famosa Pequeña Habana de Miami, en vista de la mejorada situación económica de muchos de sus antiguos habitantes que se habrían ido a otros barrios, es ahora ocupada mayoritariamente por...haitianos.