miércoles, mayo 25, 2011

El espía en el ascensor





Una amiga que trabaja en el tema, me contó de las escenas que se captan en los ascensores cuando la gente cree que no hay más personas que puedan observarlas.

Se trata de alguna cámara o camarita lo suficiente oculta para que nos imaginemos que entre piso y piso nadie nos está mirando.

Efectivamente nosotros no vemos a nadie, pero en la central de alguno de esos organismos que se preocupan de la seguridad en los edificios, algún monitor nos delata en nuestra supuesta soledad.

Es así como día a día el trayecto del ascensor muestra escenas que jamás crearíamos si nos estuvieran acompañando otros pasajeros:
Posiciones frente al espejo con pose y sonrisa incluida, vaciamiento de nariz sin escrúpulos, arreglo de la posición del pantalón con cierre eclair inclusive, son solamente algunas porque hay otras de menos "elegancia" todavía, en una lista interminable de actitudes.

La "moraleja" cae por si sola. La próxima vez que suba o baje en ascensor, no parta de la base posiblemente equivocada de que nadie podría estar mirándolo.


Foto de:

jueves, mayo 19, 2011

Para otra vez será







Se dio la lógica.
No obstante jugársela al máximo con notable entrega, Universidad Católica pagó tributo a la derrota 0-2 en el partido de ida en Montevideo y fue eliminada de la Copa Libertadores por Peñarol, pese a ganar el segundo partido los chilenos por 2-1, con un agónico gol del cuadro charrúa, mediante el acierto de Estoyanoff.

La derrrota de los uruguayos, les dio sin embargo el paso a semifinales, debido a un marcador global en los dos partidos de 3-2.
Hoy Católica estaba venciendo con indiscutibles méritos y se acercaba a la tercera conquista que la habría catapultado a la próxima fase. Si no, el 2-0 hubiera obligado a definición mediante penales.

Fue un cotejo emocionante en que la eliminación de la UC no resta brillo a todo lo que hizo durante este certamen, con resonantes victorias, una de ellas doblegando en Buenos Aires al mismísimo Vélez Sarsfield, ahora ya consagrado como semifinalista.

En definitiva, murió en la noche de San Carlos de Apoquindo la última esperanza del fútbol chileno en la presente Libertadores, tras haber quedado antes al margen Unión Española y Colo Colo.

En el epílogo de esta serie de enfoques sobre la actuación de la UC en el ámbito internacional, quiero confesar mis aprensiones personales.
Este blog es leído fundamentalmente en el extranjero, por mis amigas y amigos cibernáutas que no vibran mayoritariamente con este deporte. En la encrucijada de hacer entradas de otros temas, opté por el fútbol simplemente por pasión.

Vaya un cogollo sobre el mal endémico de nuestros equipos:
Les hacen goles decisivos en los minutos finales.
Pasó con Colo Colo y con la propia Católica, quién recibió su segundo tanto en contra en Uruguay en los descuentos...y hoy el gol que le privaba de definir por penales, a 4 minutos del término.


viernes, mayo 13, 2011

Las fallas de blogger...y del arquero de Católica


Apenas terminó el partido del pasado jueves por Copa Libertadores entre Peñarol de Montevideo y nuestra Universidad Católica, subí un post que tuvo corta vida publicado, por una falla de blogger.
Son demasiadas las satisfacciones que nos da a los cibernautas este medio, como para no perdonar algun error del gigante de las comunicaciones.

Han pasado ya suficientes horas como para republicar aquel post, sino para reaccionar ante lo que fue la tónica fundamental de ese encuentro en tierras uruguayas. Es que en un partido muy parejo, Peñarol ganó dos a cero con lo que se considera dos errores gravísimos del muchas veces elogiado portero del equipo chileno, Paulo Garcés.

En este punto preciso mi opinión, porque es muy fácil hacer leña del árbol caído. En el segundo gol charrúa, Garcés quiso apurar lo más posible el rechazo hacia el pórtico rival porque ya se jugaban tres minutos de descuento y se estaban acabando las opciones de empate. En su intento, no esperó el pique que iba a dar la pelota ante un centro de larga distancia y en su precipitación el balón le rebotó, circunstancia aprovechada por Martinuccio para convertir. En todo caso fue una falla que no admite mayores excusas y que deja a los uruguayos con una ventaja de dos goles para la revancha del próximo jueves en casa.

Pero donde se ha actuado con evidente injusticia es en responsabilizar también al portero de la UC en forma exclusiva del primer gol, a los 36 minutos del primer tiempo.

Fue un centro desde la izquierda.El bueno de Paulo salió a colgarse de la pelota, para lo cual ostensiblemente le gritó a sus defensas con el objetivo de que no interfirieran en su ruta. De un modo absolutamente irracional, sin lógica y absurdo, el zaguero Hans Martínez obstruyó el salto de Garcés echando su cuerpo hacia atrás y derribando al golero. De haber sido un jugador de Peñarol, se hubiera tratado de una clara infracción que invalidaba absolutamente la jugada. Pero como Martínez es futbolista de la UC, no solamente siguió la acción, sino que Olivera tocó suavemente la pelota al escaparsele en su caída a Garcés, marcando el 1-0 a favor de los locales.

Durante y después del partido se han levantado voces muy críticas en contra del arquero acá en Chile, y de mofa en la prensa uruguaya, agradeciendo los dos " regalos".


Sin embargo mientras más veo el video de la jugada, más me convenzo que el error central en el primer gol fue de Hans Martínez, pero nadie le pasa la cuenta al defensa. Incluso hay voces que indican que si un portero toma la decisión de ir a cortar un centro aéreo su responsabilidad es absoluta.

Ese predicamento es válido en la medida en que no aparezca en su camino un defensor despistado, que no solamente impide su salto en libertad, sino que además lo hace caer.

Nota posterior:

Tras algunos días "renació" el post aludido, luego de la inacción de blogger y que está anterior a este, con sus respectivos comentarios.
Cabe reconocer que las escasas fallas del sistema blogger, se ven compensadas ciertamente con una reparación total de sus errores.

miércoles, mayo 11, 2011

Peñarol despertó a Católica de su sueño de gloria





Los aficionados de Peñarol de Uruguay, uno de los clubes más populares de Sudamérica, ya fundado a fines del siglo 19.





Electrizante, lleno de suspenso y con un final muy doloroso para el equipo chileno fue el partido de ida por cuartos de final de Copa Libertadores.
Universidad Católica luchó en el mítico Centenario de Montevideo con arrestos de gran fútbol y con posibilidades ciertas de empatar en alguna de sus múltiples oportunidades, creadas sobretodo tras el infortunio del arquero Garcés quién chocó a los 36 minutos del tiempo inicial con su compañero Hans Martínez mientras embolsaba, dejando la pelota en los pies de Olivera quién marcó el gol de los locales.

En la segunda etapa las ocasiones se sucedieron en ambos arcos y cuando parecía que el 1-0 era auspicioso desde la mira de Católica para la revancha en Santiago, otro error de Garcés en tiempo adicional, posibilitó el segundo tanto local de Martinuccio, lo que deja a Peñarol con un pie en semifinales.

La UC superó aspectos que iban en su contra, como una cancha muy dura y dispareja que no favorece el juego asociado.

Pese a ser un cotejo entre uruguayos y chilenos, hubo una enorme presencia argentina en el encuentro. Empezaron el partido los trasandinos de Católica, Pratto, Cañete, Eluchans y Costa, ingresando en el segundo tiempo además Calandria. Por lo demás el entrenador de los nuestros es Juan Antonio Pizzi, otro argentino aunque nacionalizado español durante sus brillantes tiempos como futbolista del Barcelona.El árbitro también era trasandino, Baldassi.

Peñarol, fiel a su estilo, replicó con un inclaudicablo amor propio a la mejor propuesta propiamente futbolistica de la UC y hace pensar que es muy improbable que a un cuadro de esas características lo eliminen en el partido de vuelta, llegando a él con una ventaja de dos goles y sin que la visita haya marcado como tal, aunque -claro-no hay peor batalla que la que no se da.


Sigo escribiendo en la madrugada del día siguiente, tras ver como la prensa fustiga a Garcés, olvidando que en el primer gol en contra la responsabilidad máxima del "cuasi autogol" es del defensa Martínez, quién se pone en forma inaudita en el camino del portero, sin ton ni son.
En honor a la verdad, Garcés tuvo algunas atajadas notables opacadas por los dos goles en contra. Si un delantero hace tres goles y se pierde otros tantos, la gente olvida sus errores en beneficio de sus aciertos. No es el caso de los arqueros.

jueves, mayo 05, 2011

Católica, el Barcelona de Chile







Pareciera un piropo desmedido de alguien que no es hincha habitual de la UC, pero por cierto en Copa Libertadores y en competencias internacionales vibro con las actuaciones de los equipos chilenos en el ámbito internacional, sea quién sea.
Para Chile actualmente el equipo de Juan Antonio Pizzi, otrora figura como futbolista activo precisamente en el equipo catalán, significa-guardando las proporciones- lo que para Europa y el mundo es hoy por hoy el equipo de Messi.

Universidad Católica por primera vez en su historia eliminó anoche con categoría a un cuadro brasileño de la máxima competencia continental de clubes, al vencer mediante golazo de Mirosevic por 1-0 a Gremio de Porto Alegre, tras haber ganado como visitante al mismo elenco 1-2.
La notable actuación del mejor equipo de Chile de los últimos tiempos, surgió ya en la temporada pasada de nuestro fútbol, en circunstancias que con 7 puntos de desventaja a pocas fechas del final, Católica recuperó terreno y superó en la meta a Colo Colo logrando el título del Clausura 2010. En este minuto puntea con holgura el torneo chileno de Apertura y sin excusas de viajes y actuación simultánea en la Libertadores, rotando para ello jugadores, lo que demuestra la jerarquía de todo el plantel.

Como broche de oro los de Pizzi alcanzaron anoche los cuartos de final de la Copa Libertadores, donde enfrentarán a Peñarol de Montevideo, empezando de visita en la capital charrúa, en un duelo desde ya apasionante.