viernes, mayo 29, 2009

Mejoró el sabor del Sushi

Gary Medel, autor del gol chileno ante Bélgica

Empate a uno fue el resultado del segundo y último encuentro de la selección chilena de fútbol en la Copa Kirin japonesa ante Bélgica. El encuentro tuvo lugar en la madrugada chilena, en la localidad de Chiba.


Por supuesto las características del partido se enrielaron por senderos muy diferentes a los del debut frente a los locales.


En aquel, los japoneses parecían no once sino 50. Se veía defender a una multitud de orientales cuando atacaba Chile y los mismos surgían en el área nuestra 5 segundos después como si los impulsara un rayo.


Entonces Chile no pudo contra le velocidad nipona ni contra su marcación férrea.




Hoy cambió la situación.


Los nuestros mostraron, con más espacios a su disposición, la pericia sudamericana para manejar el balón y su mayor habilidad para generar jugadas hermosas. Al frente, los europeos representantes típicos de la escuela tradicional del juego simple con trazos largos y fortaleza física, exponían sus cartas.


Cuando Chile jugaba claramente mejor, pasó lo de tantas veces. Una acción belga generó la entrada en solitario de Roelandts ya a los 15 minutos y la nuevamente débil respuesta de nuestro arquero Pinto. Era el gol rival.


A los 22' Gary Medel empató luego de una lucida jugada colectiva.




En verdad durante todo el partido la característica se mantuvo. Si de juego hermoso y de amagues se trataba, nosotros. Si el asunto era fútbol simple y práctico, ellos.


Siempre existió la sensación que podíamos ganar, pero en sus llegadas sobretodo en el segundo tiempo, los belgas también pudieron causar estragos y ahí Miguel Pinto se rehabilitó con algunas buenas atajadas.


Al final nuestros adversarios parecieron más contentos con la igualdad, porque si le llegan a ganar a Japón este domingo, se quedarán con la Copa.




Para nosotros fue, con muchos que no serán titulares la semana próxima por clasificatorias mundialistas en Asunción, un apronte más, tal como sucedió con el nefasto 0-4 final el pasado miércoles frente a Japón.


Hoy ciertamente pareció más un equipo marca Bielsa, pese a errores defensivos recurrentes y a la falta de finiquito ofensivo, pero nos queda la tranquilidad que faltaban nuestros habituales estandartes en estas eliminatorias, quienes no viajaron.






miércoles, mayo 27, 2009

Sushi amargo


Todo Chile amaneció ilusionado. Nuestra selección de fútbol que bajo la batuta de Marcelo Bielsa ha andado tan bien en las eliminatorias al mundial, jugaría de madrugada en Japón por la famosa Copa Kirin frente a los locales.

Iba a ser un apronte, al igual que el de este viernes frente a Bélgica por el mismo torneo, con miras a los encuentros con Paraguay de visita y Bolivia como local, el 3 y el 10 de junio.

La costumbre nipona para empezar con puntualidad los partidos fue abismante.

6.35 de la mañana en Chile, 19.35 en Osaka. Al segundo, como siempre debiera ser en todas partes.

La cancha estaba inmaculada sin esos abominables papeles, serpentinas, chayas y similares que los hinchas sudamericanos suelen lanzar al entrar los equipos, como si les gustara ensuciar el césped.


El público en Osaka, casi todo de azul, colores de su selección.

Los nuestros empezaron con bríos y mostrando deseos de congraciarse con Bielsa, porque había muchos suplentes en busca de su consagración internacional.


Tras unas cuantas ocasiones perdidas por lado y lado, a los 15 minutos Okasaki abrió el marcador, ante falla del arquero Pinto y descuido defensivo en general... y a los 23' aumentó el propio Okasaki... y en el segundo tiempo marcó ya a los 6 minutos Yoki Abe y luego Honda casi al finalizar la brega... y jugadores de la roja habitualmente certeros en sus clubes, pagaron por su impericia y no podían creer el 4-0 en contra... y Bielsa se tomaba la cabeza ante la consumación de una derrota por cifras poco comunes para él. A miles de kilómetros, también miles de aficionados y otros que no lo son tanto tanto, pero que vibran en instancias de fútbol internacional, partían al trabajo amurrados y sentidos.


Menos mal que era solamente un apronte.

Menos mal que de madrugada, para que parezca simplemente una pesadilla.

Menos mal que los titulares son otros.

Menos mal que el rival no era Paraguay.

viernes, mayo 22, 2009

Paren el mundo, me quiero bajar


Concurro a un Centro Médico. También espera una madre con sus tres hijitos.
La permisividad es total.


Uno de los niños se dirige al expedidor de números y saca unos 30, calculo.


Imagino que su mamá le dirá algo, pero me equivoco.


Luego, otro de los angelitos toma un diario que está al servicio de los pacientes que esperan, lo abre en el suelo y empieza a despedazarlo. Pienso que ahora sí la mamá dirá algo, pero nuevamente me equivoco.


Enseguida el tercer angelito se sube a los asientos muy bien tapizados que se encuentran sin ocupantes y empieza a saltar sobre ellos. La madre sigue imperturbable.
Yo también.
¿Debiera intervenir? ¿para qué?, estamos en otros tiempos. Los pequeños tienen derechos, no sé si deberes.


Supongo que estos deberían significar el respeto a otras personas que se sentarán en sillones sucios, no tendrán lectura a su disposición, aparte de la anarquía que uno de los chicos ha provocado en el orden de llegada.


Comprendo y celebro que afortunadamente hace décadas que se acabó eso de reprender a los hijos con golpes. Imaginaba que hay otras fórmulas para enseñar sanas maneras de convivencia. Al menos como padre en tiempos idos y como abuelo en la actualidad, yo traté y trato todavía de manejar esos códigos. Pero ante situaciones así, quedo descolocado.
Es cuando me parece notable aquella frase, “paren el mundo que me quiero bajar”.

Foto de:

martes, mayo 19, 2009

El buen hablar


Amigos, hace más de 2 años escribí el post que me permito resumir enseguida, porque las situaciones allí descritas se mantienen, al menos en Chile.


Miércoles, abril 25, 2007

El buen hablar

Cuando mis hijos eran pequeños, les inculqué el respeto al buen hablar. Y creo haber ganado la batalla, la que claramente estoy perdiendo con mis nietos.

Eran tiempos en que en los medios, específicamente en radio, tratábamos de entendernos con el auditor en una forma cordial, espontánea, pero con pleno respeto por la lengua de Cervantes, sin que ello haya significado cursilería.

Pero pasaron los años y hoy en el dial- el chileno al menos- la procacidad abunda. Y no tiene nada de extraño si en la calle, en el metro, en los buses, en todas partes, se falta el respeto a la enormidad de palabras que nos abastece el buen decir, reemplazadas por vulgaridades.


En lo que atañe a la generación nueva de mi familia, doy por perdida la batalla por el buen decir.
Tras constantes filípicas al respecto, hace poco retiré a parte de mi elenco de nietos desde su colegio. Ya en el auto puse la radio. De súbito, un actor a quién estaban entrevistando y mientras yo le hablaba a los niños de la enorme variedad de palabras que nos permite el castellano, empezó a expresarse a garabato limpio (en Chile significa palabrota), con lo que por cierto legitimó lo que yo estaba descalificando.
Desde ese momento mis nietos deben pensar que el Opa les dice en esta materia puras "weas"...

Me temo que este fenómeno de vulgarización al hablar es actualmente mayoritario en Chile y que no alcanza de un modo tan burdo al resto de los países de habla hispana.
Nuestra juventud, a viva voz, encuentra de lo más natural utilizar el garabato casi palabra por medio.

La palabra mayoritariamente usada, tiene que ver con los huevos y todas sus derivaciones. De cada veinte, al menos diez de ellas hacen referencia al producto de las gallinas, inocentes las pobres del mal uso que se da semánticamente a su creación.


sábado, mayo 16, 2009

Propinas a bomberos



Sé que la realidad que perciben mis amables lectores en otros países es diferente, principalmente en Europa donde es común el auto-servicio gasolinero.
Pero pasa que entre nosotros todavía es habitual utilizar los servicios de “bomberos” quienes no son en este caso los que apagan fuegos, sino los trabajadores de las estaciones de servicio que abastecen a los conductores de bencina, limpiado de vidrios, colocación de aire en los neumáticos, por ejemplo.
Pues bien: es costumbre recompensar a esos funcionarios con propinas derivadas de los servicios adicionales a la colocación del combustible, lo que resulta de toda lógica y justicia.
Sin embargo, en mi caso particular cuando solamente cargo gasolina, no me parece del caso dar esa propina, pese a que por lo general el hombre de servicio pone cara de indignado al no recibirla.
Mi planteamiento al respecto es que si en los demás centros comerciales uno no da propina al que le vende el pan, al o a la que le entrega la ropa de tintorería, a la chica que le expende el medicamento en la farmacia o bien al chofer del bus, por qué debería darse a “los bomberos” que tal como los anteriores reciben su sueldo por esa atención al cliente?
Si hacen ese trabajo adicional es distinto y a mejor servicio mayor propina, pero en caso contrario entiendo que no corresponde...aunque pongan cara de ogro.

Foto: www.elrepuertero.cl


lunes, mayo 11, 2009

Lucha a muerte digna de mejor causa



La historia, conocida en Chile, no lo debe ser en absoluto para los lectores de otras latitudes. Un famoso comunicador televisivo, más por su demagogia que por el sustento de sus juicios, vivió lujos de estrella de Hollywood , hasta que quedó debiendo a cada santo una limosna, endeudado en forma millonaria e impresionante. Asediado por sus deudores e incapaz de solventar tamañas sumas, apareció una mañana en el Aeropuerto Internacional de Santiago para viajar a un país del Medio Oriente donde vive actualmente y en el que seguramente permanecerá buscando nuevos derroteros, debido a que el regreso a nuestras ciudades se le hace día a día más complicado, ante la reacción de sus múltiples víctimas económicas.

En este punto pasó lo grotesco. La más importante cadena televisiva chilena decidió enviar a uno de sus rostros junto con su equipo, para entrevistar al fugado y presentar pronto una entrevista al personaje, realzando su manera distinta de vivir en la actualidad y haciendo cuestión de las lógicas emociones que su situación le genera.


Al llegar a la ciudad aquella, el grupo se encontró con que otro canal de televisión chileno ya estaba allí con el mismo objetivo, lo que provocó un fuerte encontrón entre el personal de ambas estaciones televisivas. Cabe mencionar que el comunicador al que nos referimos trabajaba al momento de desertar en una tercera estación, no en alguna de las que luchaban por “la exclusiva”.

Ante este sorprendente hecho, quedo perplejo. Pienso que realmente el nivel de nuestros intereses de cobertura televisiva es muy precario, del momento en que se hacen esos enormes esfuerzos en términos de largos viajes y altísimos costos, solamente para entrevistar a quién se ve involucrado en esa engorrosa situación, debido a su propia responsabilidad ¿o irresponsabilidad? y lo peor-supongo- es que el esfuerzo se realiza pensando en que será un éxito de rating, lo que indica una vez más que nuestras intenciones de sintonía son sumamente morbosas.

viernes, mayo 08, 2009

Barra Brava de la U, los irracionales de siempre


Universidad de Chile jugando mal cayó 1-2 anoche en el Estadio Nacional en el partido de ida por octavos de final de Copa Libertadores de América ante Cruzeiro de Brasil.

Es un resultado engañoso, porque en honor a la verdad el cotejo pudo haber terminado en goleada contra el equipo compatriota. Si jugando precariamente en el encuentro de la semana anterior en Bolivia la U, no obstante, pudo salir airosa ante Aurora de Cochabamba, por cierto no siempre pasa lo mismo, sobretodo si el rival es de la alcurnia del equipo de Belo Horizonte.
Pero lo lamentable es el comportamiento, una vez más, de la llamada barra brava de los azules chilenos, protagonistas desde hace décadas de toda clase de desmanes y tropelías contra todo lo que se mueve, o ni siquiera se mueve, como en caso de asaltos a establecimientos comerciales después de los partidos.
Esta vez cuando las cosas no resultaban en la cancha, la manera que encontraron los acostumbrados irracionales es pifiar al cuadro en vez de alentarlo, lo que hizo crisis al ser reemplazado el delantero uruguayo Olivera, autor de goles decisivos en partidos pasados y esta vez insultado y denigrado por sus supuestos partidarios.

Luego Johnny Ashwell, gerente deportivo del club, tuvo que ser protegido para no ser objeto de agresión física por parte de esos "partidarios" de la U, por "el delito" de no haber contratado los refuerzos adecuados.
Ashwell, paraguayo de actuación en el primer equipo en sus años mozos mientras estudiaba en la propia Universidad de Chile para ingeniero, sin duda ha hecho más por la U que quienes lo trataban de agredir y además si contrató a Olivera es porque ciertamente el presupuesto de la institución no da para traer a Kaká.


En suma, fue una noche negra por varios motivos. En la cancha la U cayo inapelablemente y, además, con exceso de infracciones violentas, una de las cuales significó la expulsión del defensa Olarra, mientras que en las graderías los violentistas de siempre daban rienda suelta a sus bajos instintos y a una idea equivocada pero habitual que les hace creerse los dueños del club, cosa que por lo demás los directivos de la ahora Sociedad Anónima nunca tratan de desvirtuar tal vez por temor, o por no complicarse la vida o por ambas cosas.

lunes, mayo 04, 2009

Actitudes distintas en tiempos complicados


Un amigo alemán que viene cada cierto tiempo a Chile es odontólogo. Su ligazón con nuestro país está basada en que estudió en la Universidad de Chile, aquí conoció a su señora de nacionalidad argentina y sus hijos son todos chilenos. De modo que sabe de nuestra idiosincrasia y por cierto la de su país de nacimiento. Pero igualmente se mostró sorprendido en su reciente visita, porque pese a la crisis global y a haber leído que al menos entre nosotros también ha aumentado la cesantía, nada anormal notó en término de alteraciones en la vida ciudadana.

El mejor parámetro, a su juicio, para medir el grado de preocupación sobre la materia, la da el movimiento en restoranes, cafés y similares. Estima que en Santiago y regiones en este medidor de actividad todo está bullente e igual a mejores tiempos.

En cambio, cuenta que en Alemania bastó tan solo el anuncio de crisis global, para que automáticamente el temor de la ciudadanía se manifestara en retiro abrupto de esos lugares de recreación y de otros, cuyo movimiento en muchos casos es cercano a cero. Lo atribuye mi amigo Peter a que la de los alemanes es una cultura de precaución y la nuestra se regiría por la frase "mientras tenga plata...¿qué problema hay?", con el tradicional agregado "cuando me falte, ya veré como me las arreglo".